ESCENARIOS EN INTERACCIÓN
MARÍA TERESA URREIZTIETA
(Publicado en Guayoyo en Letras. #VenezuelaEnCrisis Segunda Edición Especial, 24-02-2014)
Diciembre 2013: Los escenarios
posibles para el 2014.
En diciembre pasado, nos reunimos
tres estudiosos de las ciencias sociales –un politólogo, una socióloga y una
psicóloga social-, para intercambiar nuestras miradas e interpretaciones acerca
de lo que estaba ocurriendo en Venezuela y de lo que podría comenzar a pasar a
partir del mes de enero del 2014. Luego de revisar cómo estábamos viendo la
cosa, nos sorprendió mucho que cada uno tuviera una hipótesis distinta a la de
los otros dos, en cuanto a los escenarios posibles que podrían presentarse en
el 2014. Esto nos estaba hablando, una vez más, de la gran complejidad de lo que
está sucediendo en Venezuela, por lo que las explicaciones que podíamos
presentar cualquiera de nosotros no bastarían, ellas solas, para tratar de
comprender lo que ocurre y hacia dónde nos dirigimos. Por ello, estos
intercambios son muy necesarios, pues nos permiten, de manera muy rica, ir
armando el rompecabezas de manera colectiva en la medida en que nos vamos
escuchando con atención al compartir experiencias y saberes. Como punto de
partida se entiende que ninguno tiene la razón ni quiere imponer su visión,
simplemente expone lo que va analizando e interpretando de la situación, para
así contribuir a elaborar un mapa y sus escenarios posibles. Es un rico ejercicio de pluralidad y
colaboración.
Los tres escenarios que se
presentaron como más probables fueron los siguientes:
1. La salida militar: Se argumentó que, dada la
fragilidad institucional, la profunda crisis política y de gobernabilidad que
estaba en ese momento –y está- asomando su rostro más sombrío, podría ocurrir, como escenario más probable,
que un grupo de militares descontentos con la manera cómo se está conduciendo
el país, se pusieran de acuerdo para pedirle la renuncia al Presidente Maduro. Es
decir, que se decidieran a dar un golpe “seco” para dar paso a un periodo de
transición bajo tutela militar, cuyo objetivo primordial sería convocar, lo más
pronto posible, a nuevas elecciones.
2. Inercia, resignación y entreguismo: La otra hipótesis que se
presentó tiene que ver con los resultados de las más recientes elecciones regionales
y locales, en las que gran parte del pueblo opositor dejó de ir a votar (debido,
probablemente, al desencanto, la frustración y la falta de credibilidad en los poderes
públicos -particularmente en el CNE-; lo que indica, entre otros factores, una pobre cultura de lucha política y sus
exigencias). Como consecuencia de esta situación, se perdieron gobernaciones y alcaldías claves que
estaban en manos de los partidos de oposición. El escenario propuesto como más
probable entonces, explicaba que la sociedad venezolana iba a ir poco a poco
acostumbrándose, de manera resignada, al deterioro de la institucionalidad
democrática, al déficit democrático; al deterioro de su calidad de vida, a
doblegarse sin mucha resistencia a las políticas de sometimiento colectivo del
gobierno bolivariano. De esta manera, le quedarían dos opciones: Adaptarse y
sobrellevar la vida como se pueda, o “enchufarse “al gobierno para no pasarla
tan mal y obtener así algunas de las ventajas que obtienen los sectores más
comprometidos con el proyecto político de la revolución bolivariana.
3. Explosión del malestar social acumulado: El tercer escenario que
se presentó como el más probable que pudiera desarrollarse de primero en el
2014, exponía que, sorpresivamente iba a ocurrir algún detonante que podría reanimar
la vuelta de las protestas multitudinarias a las calles, dada la espesura del malestar que se estaba
sintiendo; dadas las profundas frustraciones colectivas que se habían estado
acumulando, expresadas por una
subjetividad colectiva anegada de pesar, miedo, incertidumbre, rabia, ansiedad;
con importantes síntomas de frustración e impotencia para cambiar o mejorar las
cosas, sumados al uso político de la coacción, el miedo, la amenaza constante de
parte del gobierno para imponer sus políticas. Todo esto en medio de un clima
de extrema inseguridad y terror a la violencia criminal que se pasea impune por
las calles de Venezuela, la cual, poco a poco, ha ido acorralando la vida
cotidiana hasta reducirla a su más mínima expresión.
¿Cuál de estos tres escenarios se
impondría finalmente? Era la pregunta que nos acosaba al final de la reunión.
¿Cuáles otros no estábamos viendo en aquel momento y podrían darnos una
sorpresa? Unos cuantos probablemente. De lo que sí estamos conscientes es que,
dada esta compleja realidad, la aparición o el predominio de uno de los
escenarios no impide que los otros se expresen, que haya aspectos de los tres
que se estén desarrollando de manera simultánea o que unos dependan de otros
para desarrollarse. En mi caso, no podía dejar de ver cómo el miedo
colectivo, la impotencia, las grandes
frustraciones de las comunidades, sumados a la grave crisis económica nos
estaban revelando indicadores cruciales que se han estado acumulando de una
manera tal, que, a mi entender, solo
faltaban unos cuantos detonantes –hechos que provocan una gran conmoción social
hasta lograr desatar las iras de los pueblos-, para que estallara la
indignación y se tomaran las calles para
plantarle cara al gobierno opresor. Lo que no quita que esto estimule ruidos de
sables y/o que, luego de apaciguarse las protestas, por ejemplo, se inicie una
nueva etapa de inercia.
Febrero 2014:
Cadena de detonantes y explosión del malestar
Efectivamente, no fue uno, sino una serie de detonantes los que aparecieron, los cuales están asociados al clima de inseguridad y violencia en las calles de Venezuela: Homicidios, secuestros y asesinatos cotidianos pusieron la alfombra roja. El asesinato de la actriz y ex miss Venezuela Mónica Spears y su esposo provocó una gran conmoción social; hecho que produjo una profunda tristeza colectiva, reavivando la rabia e impotencia en la sociedad venezolana. Luego, unas semanas después, entre decenas de casos de violencia semanales, un intento de violación de una joven en el campus de la Universidad de Los Andes del Estado Táchira desata la furia de los estudiantes. Centenares de ellos salieron a las calles a protestar contra la inseguridad. Pero lo que termina desbordando las aguas fue la dura represión policial y la detención de estudiantes, quienes sufrieron tratos crueles y vejatorios, circunstancias que dispararon todas las alarmas de la sociedad, incitándola a protestar simultáneamente en las calles y plazas del país.
Efectivamente, no fue uno, sino una serie de detonantes los que aparecieron, los cuales están asociados al clima de inseguridad y violencia en las calles de Venezuela: Homicidios, secuestros y asesinatos cotidianos pusieron la alfombra roja. El asesinato de la actriz y ex miss Venezuela Mónica Spears y su esposo provocó una gran conmoción social; hecho que produjo una profunda tristeza colectiva, reavivando la rabia e impotencia en la sociedad venezolana. Luego, unas semanas después, entre decenas de casos de violencia semanales, un intento de violación de una joven en el campus de la Universidad de Los Andes del Estado Táchira desata la furia de los estudiantes. Centenares de ellos salieron a las calles a protestar contra la inseguridad. Pero lo que termina desbordando las aguas fue la dura represión policial y la detención de estudiantes, quienes sufrieron tratos crueles y vejatorios, circunstancias que dispararon todas las alarmas de la sociedad, incitándola a protestar simultáneamente en las calles y plazas del país.
Desde entonces, el pueblo indignado, reanimado
por las intensas protestas estudiantiles, está en las calles, desbordando su
arrojo, defendiendo su dignidad, sus derechos económicos, sociales y políticos con
gran coraje ante los abusos de poder y
el desamparo sufrido. Es un actor colectivo que despierta de un largo y costoso
letargo, pero que parece estar decidido a defender y construir una sociedad que
esté a la altura de todos los venezolanos. En ese escenario es en el que
aspiramos luchar y vivir la mayoría de los venezolanos, deseando escribir una
nueva etapa en la historia de la democracia venezolana.
@mturreiztieta